JUNTOS EN LAS BUENAS Y LAS MALAS

Aquellos que son casados, ¿recuerdan las razones que los llevaron a casarse?

¿Atracción? ¿Obligación? ¿Apariencias? ¿Miedo a la soledad? ¿...o fue por amor?

Ese es el problema... Hoy en día la mayoría de los matrimonios no son por amor. Y la cosa es que es llevadero estar en un matrimonio sin amor cuando las cosas están peaches & cream. Pero cuando la piña se pone agria, cuando la puerca entorcha el rabo, en fin, cuando vienen pruebas verdaderamente difíciles... ahi es cuando uno se da cuenta y es totalmente intolerable.

¿De qué nos damos cuenta? Nos damos cuenta de cuáles fueron aquellas razones para unirnos a esa persona. Esas razones son los cimientos del matrimonio.

¡Me inspira tanto ver que aún hay personas que se unen por las razones correctas!

Tomen cómo ejemplo la pareja en la foto: Lacén Osorio y Luz Damaris Quiñones.  No tienen un techo, pero el gran amor que se tienen los mantiene unidos y con fe de un mañana mejor.

Viven en un parque y sin lujos materiales, pero en sus corazones está el verdadero e invaluable tesoro.

¡Qué viva el amor!