Una imagen dice más que mil palabras...
Esta imagen que les comparto me impactó mucho... Qué triste es realizar cuán aferrados estamos aveces a los bienes materiales, a los lujos, dejando atrás LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE.
Nos preocupamos más por la marca de la ropa que usamos, lo que está de moda, en vez de agradecer al Señor que tenemos qué ponernos cuando mucho otros usan harapos.
Nos importa más la marca del vehículo que usamos (tiene que ser el más caro y de último modelo) sin darnos cuenta que muchos no tienen nigún medio de transporte y a veces no pueden ni tan siquiera pagar por transporte público.
Las mujeres se esmeran en pintar, cortar y estilizar sus cabellos para siempre estar al último grito de la moda, sin pensar en todos los pacientes de cáncer a los que no les importa perder sus cabelleras con tal de recuperar su salud.
Muchos padres se empeñan en trabajar largar jornadas para ganar grandes cantidades de dinero y así darle lujos y comodidades a sus hijos, cuando lo verdaderamente importante es el tiempo que se les dedica, la calidad de la relación que cultivamos con ellos y estar presente en sus momentos importantes.
En fin, puedo pasarme aquí la tarde hablando de miles de ejemplos de cosas que nos preocupan, que a veces nos roban hasta el sueño y que, en realidad, no son tan importantes.
Reflexionemos un momento para así poder discernir las cosas verdaderamente importantes en nuestra vida.
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